Un interiorista con 25 años creando espacios.
Parece que fue ayer (ya me gustaría) pero hace 25 años que terminé mi formación en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia en junio de 1989. O sea, que estoy de celebración de mis bodas de plata profesionales. Cómo pasa el tiempo, ¿verdad?
Permitidme un post de abuelo Cebolleta.
Cursé el primer año en la Escuela Barreira y los tres de especialidad en Artes y Oficios, tengo gratos recuerdos de mi etapa de formación entre los años 1985 y 1989. Algunos se pueden contar, otros mejor me los quedo para mí.
En Artes y Oficios, tuve la suerte de coincidir en un grupo de trabajo comprometido, algo fundamental que nos motivó para ser mejores día a día. Encarna, Chelo, Fermín… todos estábamos implicados en no perder el tiempo más de la cuenta e intentar disfrutar con lo que hacíamos, algo en lo que sigo empeñado, por mucho tiempo que pase.
El equipo de formación que tuvimos no brilló por su proceso didáctico pero creo que sin darse cuenta consiguieron inculcarnos la libertad y el desparpajo para afrontar cualquier proyecto.
Antes de terminar los estudios, ya había estado trabajando con Pepe Tomás, así como ya había realizado algún proyecto con mi buen amigo Modesto.
Entre 1989 y 1992 fueron años de trabajo en el estudio de Pepe, sin horarios ni ataduras, pero con todo lo demás… Trabajar al lado de Pepe aportó algo en mi formación, fundamental en ese momento. Tras tres grandes años, decidí seguir por mi cuenta.
A partir de ahí, poco a poco, proyecto a proyecto, aprendiendo siempre, viajando mucho y tratando de cambiar cada vez el punto de vista, he ido creciendo para hoy 25 años después seguir aquí con la ilusión del primer día pero con más formación y capacidad para abordar nuevos trabajos.
Son un montón de años, de proyectos y de recuerdos. Pero solo son los 25 primeros años. Lo mejor está por llegar. Así que nada de mirar atrás, la vista al frente y al próximo proyecto, que seguro que será algo completamente nuevo.
¡A por él!
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