Dénia.

Dénia.

Hablar de Dénia es fácil cuando has nacido, crecido y sigues viviendo aquí, y cuando hoy son tus hijas quienes crecen entre sus calles. Dénia tiene algo especial.

Es curioso, que de todas las fotos que tenemos en nuestra cuenta de Pinterest hay una que destaca con diferencia y es la más pineada por gente de muchos y muy diferentes países.

Se trata de esta imagen de Dénia tomada desde el puerto, donde se ve el barrio marinero con el castillo al fondo reflejado en el agua y el perfil del Montgó.

Fotografía de Juan Manuel Fernández López

Difícil mejorarlo, porque Dénia tiene algo que atrae. La imagen del Montgó y el castillo flanqueando la ciudad, el clima, las playas, la gastronomía y el paisaje. Son muchas las cosas que valoramos y apreciamos los que tenemos la suerte de vivir aquí y los que buscan nuestra ciudad como destino turístico (como mi buen amigo Parra, embajador turístico de Dénia allá donde vaya). Pero por suerte, el encanto no empieza y acaba en Dénia sino que se extiende a todo el término de La Marina, que hace que todo el que viene se acabe enamorando, aunque solo sea un poquito, de nuestros paisajes.

Una de las curiosidades que siempre me llamó la atención fue la escultura del Sagrado Corazón, coronando lo alto del castillo, ahora su perfil lo ocupan antenas de telecomunicación. ¿Cómo puede ser?

Al margen de creencias religiosas y batallas políticas, ¿alguien duda que sería mucho más atractivo que estas esculturas tecnológicas?

Hace poco encontré este artículo de denia.com donde cuentan con más detalle su historia y donde se puede ver que el monumento ya no tiene ni forma ni colorpor decirlo de alguna manera-, donde se aprecia el descuido y abandono de años de historia de nuestra ciudad.

Pero al final es lo que acaba pasando con muchas otras cosas. Os animo a leer el artículo y conocer un poco más de este monumento dianense.

Tuvimos una etapa de crecimiento sin medida que aportó poco a revalorizar la ciudad y es que ser un destino turístico a Dénia le ha hecho un flaco favor. Le ha hecho olvidar gran parte de sus orígenes. Nuestro puerto marinero pasó a un segundo plano y ahora está creciendo como un gran centro comercial; la arquitectura local no se valora suficientemente, perdemos algunos edificios emblemáticos como el edificio del Bar Mediterráneo, y algunas intervenciones importantes para la ciudad no se ejecutan adecuadamente y aun así, seguimos teniendo suficiente atractivo para ser un referente turístico.

Porque por suerte, hay muchas más cosas positivas, por las que Dénia tiene tanto encanto y tanto para recordar, mostrar y enamorar a los de aquí y a los que vienen de fuera.

Lugares como las rutas del Montgó, el castillo, Les Rotes, calles en Les Roques que cada día te descubren algo nuevo, los riu-raus, Jesús Pobre, La Xara, hermosas vistas y nuevas formas de mirar la ciudad. Su gente, su ambiente, su oferta gastronómica, su mar, su olor, su color, su luz y todo. Un lugar natural y con ganas de seguir ofreciendo, creciendo y mejorando. Pero bien.

 

¿Qué pasaría si la respetáramos algo más?