La arquitectura de guerrilla de Cirugeda
Santiago Cirugeda es un gamberro al que tuve la suerte de escuchar hace muy poco en Pamplona. Es un tipo con un par de narices que lleva años revolucionando el panorama arquitectónico nacional a través de la Arquitectura Colectiva, de la correcta utilización de los recursos que generamos y degeneramos y de una premisa que me ha encantado: «la belleza de los edificios no tiene por qué estar en la apariencia, puede estar en el proceso de llevarlo a cabo.»
Él cree que los ciudadanos tenemos el perfecto derecho de actuar sobre la ciudad para beneficio de todos y nos anima a indagar en las leyes urbanísticas para poder sortear los entresijos burocráticos y encontrar lagunas que nos permitan actuar con libertad, ya que si esperas a que los políticos y administraciones te ayuden a solucionar los problemas, la llevas clara. Él es de esos que prefiere pedir perdón a pedir permiso y esa forma de pensar y actuar le ha provocado más de un dolor de cabeza, pero también le ha hecho llegar hasta donde está hoy.
A través de su plataforma Recetas Urbanas está consiguiendo poner en marcha proyectos de Arquitectura Colectiva con los que, apoyado por un equipo de gente multidisciplinar entre los que nunca falta un cabrón (es, según él, una figura indispensable en toda negociación), se están convirtiendo en realidad espacios culturales, lúdicos o de intercambio que ayudan a mejorar las ciudades.
Y cobrando por todo el trabajo lo que otros cobran por tomarse un café.
De verdad, ha sido una gran experiencia conocer a este maestro y ejemplo. Le dan ganas a uno de salir ahí fuera y de apropiarse de todos los espacios públicos inutilizados o directamente inútiles para tratar de devolverlos a sus auténticos dueños: los ciudadanos.
Si os interesa, podéis leer más de Cirugeda en este artículo de Yorokubu.
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