Conociendo a Antonio Escario Martínez
Hoy dedicamos nuestro post al arquitecto Antonio Escario Martínez, autor de edificios emblemáticos en la Comunitat Valenciana. Nacido en Albacete en 1935, falleció el pasado junio a los 82 años. Se formó en la Escuela de Madrid doctorándose en 1967, y entre 1970 y 1989 desarrolló buena parte de su actividad profesional en Valencia junto a los arquitectos José Antonio Vidal Beneyto y José Vives Ferrero.
Entre sus trabajos más famosos encontramos La Pagoda en Valencia o el hotel Bali en Benidorm, el más alto de Europa. Y en la monografía ‘La arquitectura de Antonio Escario’, los colegios de arquitectos de Valencia y Albacete recogen los trabajos de este arquitecto que se adelantó a su tiempo.
Fue Premio Nacional Arquitectura, fundación C.E.O.E. en 1993, por la nueva Facultad de Farmacia de la Universitat de València; premio a la calidad en la Edificación de la Región de Murcia por el Edificio Hispania (antes Banco Vitalicio); participó en la exposición ‘Arquitectura de la Comunidad Valenciana’ del IVAM y en la ‘Exposition de l’Arquitecture pour l’Enseignement’ en la casa de la UNESCO en París, entre otras. Desde 2006 es académico de número por la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y le otorgaron en octubre de 2013 el galardón de Mestre Valencià D’Arquitectura, que puso de manifiesto la admiración y el respeto que se ha ganado entre sus coetáneos. Escario fue el responsable de la rehabilitación de edificios emblemáticos de la Universitat de València, como La Nau o el Rectorat, y proyectó otros de nueva planta.
Además, ganó muchos concursos nacionales e internacionales, como la terminal del aeropuerto de Vigo, la Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha, el Auditorio Teatro de Andorra, la sede de la Oficina de Armonización del Mercado Interior en Alicante, la Tesorería Territorial de la Seguridad Social de Sevilla o Real Club Náutico de Valencia. Profesor durante 18 años de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia y miembro secretario del tribunal de tesis doctorales, fue tutor de arquitectos tan reconocidos como Santiago Calatrava o José María Tomás Llavador.
Sin duda, un gran referente para la arquitectura valenciana.
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