Diez años dedicado al Interiorismo
Esta semana nos ha dejado un gran miembro del equipo. 300.000 kilómetros y diez años después se va nuestro Audi A4 Avant 1.9 TDI. Así que con lagrimillas en los ojos y muy buenos recuerdos, quiero hablaros de él haciendo un pequeño recorrido sobre su intachable trayectoria.
A nivel profesional, vivimos el auge del sector de la construcción; visitamos la Feria de Valencia, donde cada vez que íbamos nos volvíamos locos para poder aparcar. Cosas de ferias. También vivimos el batacazo posterior del sector y tuvimos que ver como la Feria, que era una de nuestras fuentes de información para conocer las novedades del sector, se iba desvaneciendo y perdiendo la posición que hasta ahora había adquirido. Con este panorama, nos vimos obligados a visitar ferias de distintos sectores en otros países. Desde los Pirineos hasta Algeciras, pasando por muchos otros lugares para hacer proyectos lejos de nuestro estudio, tuvimos la oportunidad de demostrar que nuestro trabajo se valora tan bien como aquí.
Compartimos horas de trayectos los dos solos, en los que pudimos darnos tiempo para pensar, crear y vivir cada momento. Conocer a clientes que acabaron siendo amigos.
Un compañero de viaje inteligente y hábil pero al final, tal vez un poco falto de reflejos, la implacable DGT nos cazó intentando llegar a la hora programada para la reunión.
En lo personal y en el ámbito familiar, disfrutamos de poder viajar con él en nuestras vacaciones, en las escapadas de fin de semana y hasta en los trayectos cortos. Primero con nuestra hija mayor, que acababa de celebrar su primer cumpleaños, y después con nuestra segunda hija.
Pero como en toda relación, también pasamos momentos duros que siempre quedan en el recuerdo. En el ámbito deportivo, nos llevo a realizar infinidad de carreras y aventuras en la montaña. Creo que con los años me perdonó que lo subiera a casi 2.000 metros de altura, al Cortijo Echevarría, en la parte Occidental de Sierra Nevada.
Ahora, después de tantos años y alegrías, le hemos buscado un nuevo propietario en Sevilla, donde podrá disfrutar de momentos de relax. Él siempre me confesó su afición al vino y las tapas, ¿qué le vamos a hacer?
Ayer cuando se fue no pude evitar girarme y sentir un pequeño escalofrío, tal vez por el recuerdo de las sensaciones vividas, que en el fondo es lo que nos queda en la vida.
El próximo que lo sustituya tiene el listón muy alto, pero seguiremos intentando hacer las cosas tan bien como sabemos.
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