El Bar retro de Prada diseñado por Wes Anderson.

Pues sí, esta vez el último proyecto del afamado director de cine ha sido diseñar el Bar Luce, o lo que es lo mismo, el bar del recinto donde se encuentra la recién inaugurada Fundación Prada, en la ciudad italiana de Milán.

Un trabajo de interiorismo que Wes Anderson ha llevado a cabo inspirándose en el estilo y la cultura popular italiana de los años 50 y 60. Pero también en el estilo y el carácter que define a la firma de moda de alta costura, Prada. Un resultado que une moda, diseño, estilo, personalidad y mucho carácter en un mismo espacio, en el que se puede percibir el cuidado de cada detalle y la disposición de cada objeto.

“Es para la vida real, con muchos puntos buenos para comer, beber, hablar, leer… Aunque pienso que podría ser un buen set para una película, creo que todavía sería un sitio mejor para escribir una. He intentado hacer un bar en el que me gustaría pasar mis propias tardes.”

Wes Anderson es un cineasta querido e idolatrado por mucho, pero no tan seguido por mucho otros. Tiene un estilo muy peculiar que no casa con todo el mundo, pero lo que no podemos negar es la influencia de su obra para esta generación.

Posiblemente sabréis quién es si os hablo de la película El Gran Hotel Budapest, estrenada el año pasado en las grandes pantallas.

Posiblemente, lo que más destaca de él es su peculiar proyección visual y espacial, ya que en cada película crea escenarios únicos –a veces imposibles- en los que muchos querrían estar, con colores sacados de un espacio alternativo vintage y escenografías de distintas épocas en un mismo ambiente o lugar.

El resultado del diseño del espacio del Bar Luce pretende transportar a cada una de las personas que se sumergen en él, a otra época, a otro mundo sacado de una de sus película. Un nuevo guión de cine acabado de estrenar y dirigido por el propio Wes Anderson.

A nosotros nos fascina el resultado, con la combinación de estilos, materiales y la distribución de espacios. Seguro que es un lugar en el que poder pasar horas y horas disfrutando simplemente del ambiente.