Francis Kéré, el arquitecto de lo humano
Francis Kéré fue el primogénito del jefe de su pueblo, Gando, y fue al colegio para aprender a leer y traducir la correspondencia de su padre. Pero como en su pueblo no había escuela, tuvo que dejar a su familia con 7 años para irse a vivir a la capital.
Acabados los estudios, trabajó como carpintero y recibió una beca de la «Carl Duisberg Gesellshaft» para hacer prácticas en Alemania. Después entró en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Técnica de Berlín y en 1998 el creó la asociación Schulbausteine für Gando con el objetivo de apoyar el desarrollo de su país, conjugando los conocimientos adquiridos en Europa con los métodos de construcción típicos de Burkina Faso. Aquí, los hombres hacen el barro y las mujeres alisan el suelo con piedras. Es la comunidad la que levanta los edificios, por eso su primer proyecto consistió en levantar una escuela en su poblado.
Kéré defiende la simplicidad y reivindica la dimensión social de su profesión. Y con esto en mente, construyó esta escuela reuniendo algo menos de 50.000 euros. Consiguió el dinero de instituciones y particulares, y ahora en el pueblo ya hay mil niños que saben leer. También hay una biblioteca y una clínica. Todas las ha levantado la comunidad. Todas las ha ideado Kéré y su equipo de 13 arquitectos en el que trabajan tres españoles.
Hoy, el proyectista más famoso de África vive una época de pleno cambio entre Gando y Berlín, donde estudió y donde residen su mujer, alemana, y su hija de 14 años. Ha dado conferencias, participado en congresos y aportado diseños conceptuales para proyectos en muchos países del mundo. Sus ideas han sido presentadas en el Museo Alemán de Arquitectura en Fráncfort y en la Expo de 2008 en Zaragoza. Además, ha proyectado unos prototipos de construcción escolar que se adaptan a las diferentes regiones climáticas de Yemen. Y tiene proyectos como el Serpentine Pavilion 2017 o una instalación en el Philadelphia Museum of Art Colorscape.
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