Pequeña vivienda en la que trabajamos la habilidad de aprovechar los espacios al máximo. El proyecto se realizó en el año 2001, con un criterio de formas y materiales que consiguieron hacer un proyecto atemporal.
La ubicación de la vivienda con una gran ventana orientada al castillo permitía disfrutar a la vivienda de las vistas a la muralla. Con la utilización de la chapa de cedro bosse conseguimos crear una atmosfera muy cálida. Para los revestimientos utilizamos los primeros mosaicos de gres porcelánico en formato 5 x 5 con acabado mate, tendencia que ya intuiamos se iba a consolidar. La unión de la cocina al salón comedor creo un espacio muy luminoso en el corazón de la casa. Un proyecto donde los 17 años que han pasado tal vez se noten menos que en otros.