La rica fotografía de Chema Madoz

La rica fotografía de Chema Madoz

Quizá muchos ya sepáis quién es, conozcáis su obra y lo sigáis. Quizá otros no os suene cuando digo Chema Madoz, pero si os enseño alguna de sus fotografías estoy casi seguro que alguna conoceréis. No importa, hoy me apetecía hablaros de su fantástica obra y de la creatividad que desprenden cada una de sus fotografías.

«Soy fotógrafo con todo lo que se supone, algo rico en posibilidades.»

Sí. Chema Madoz es un fotógrafo que empezó sus andaduras en el mundo del arte allá por los años 80, pero fue antes, a sus 20 años cuando descubrió que a partir de ese momento viajaría siempre cámara en mano. Y es que, como cuenta en un documental que le hicieron en TVE, fue a esa edad cuando, en vez de comprarse un equipo de música porque el precio había subido, aprovechó para comprarse una cámara de fotos porque se iba de viaje con unos amigos. Desde entonces y hasta hoy no ha dejado de fotografiar lo cotidiano de la vida. Aunque eso sí, a su manera y desde su propio punto de vista.

 

Ya en 1985, al final del boom de la Movida Madrileña, Madoz hizo su primera exposición individual en la Red Sociedad Fotográfica de Madrid. Y así, hasta hoy.

Felicidad. Eso es lo que trasmiten sus fotografías. Pero para definir su obra harían falta muchas líneas. Una fotografía que está más próxima a la poesía que a la prosa, y que ha ido mejorando con el paso del tiempo, con carácter y personalidad.

Lo peculiar de la obra de Chema Madoz es que nos muestra imágenes de lo cotidiano, de objetos, formas y cosas de nuestro día a día, pero con una perspectiva diferente y una relación entre objetos y cosas que nunca nos hubiésemos imaginado. Pero el sí y nos lo hace ver a su manera. Es por eso que no titula ninguna de sus obras, para que cada visitante, cada persona que contemple la fotografía pueda sacar sus propias conclusiones, pueda leerla a su manera. Y así seguro que tienes mil puntos de vista diferentes que quizá ni el propio autor se hubiese imaginado.

No tienen título porque esta es una manera de dejar una puerta abierta a la interpretación del espectador. Si yo he hecho previamente mi interpretación, el visitante puede intervenir y devolver ese juego.

Pero así es su obra, una fuente de inspiración para muchos, un punto de partida para poner trabajar nuestra imaginación y dejar volar nuestra creatividad. Suena a topicazo, pero es que es lo que consigue y por eso se ha hecho tan conocido. Un referente en el mundo de la fotografía que sirve como recurso para muchos otros artistas, arquitectos, diseñadores, interioristas o escritores.

Por si queréis saber más, os dejo con el documental de TVE “Imprescindibles”.

Ahora, podéis visitar su última muestra. “Chema Madoz 2008-2014. Las reglas del juego.” Así se titula la exposición que ya podéis ver en la Sala Alcalá 31 de Madrid hasta el próximo 2 de agosto y en la que reúne 120 fotografías que resumen su obra en estos años.

Recomendable al 100% ¡Ya me contaréis!